¿En qué piensa el secretario general de la CGT?

Una lástima que la ambición personal del secretario general no lo deje compartir o hacerse eco de una decisión tan importante como el proceso de re nacionalización de YPF.
Y uno se pregunta, ¿cómo puede ser que un representante gremial no esté hoy del lado del gobierno nacional? ¿Si no es ahora cuándo?
¿Cuando Hugo Moyano acusa de traidor al gobierno nacional a qué se refiere? ¿Cuál es el nivel de falta de respeto a los derechos de los trabajadores que argumenta y que no se pueda destrabar en el marco de las buenas relaciones entre sindicalismo y gobierno?
¿Por qué poner a su público y a los gremios en confrontación con la presidenta? ¿Qué éxito puede tener sabiendo que la misma cuenta con un 60% de aprobación entre los sectores populares, a la sazón en gran parte integrantes de la comunidad sindical?
Hasta el momento lo que puede leerse de los actos de la semana pasada es la presencia de un público poco diverso en el de la CGT, casi solamente camioneros. Y una presencia sindical variada en el acto de Vélez ( y no solamente de la CTA). La descripción parece marcar que, mientras que en el primer caso la tendencia es a la baja, en el segundo la tendencia es a captar voluntades sindicales. Si los actos forman parte de los indicadores de presencia y popularidad, estos podrían haber dejado por lo menos en alerta al líder de camioneros.
Cómo no darse cuenta que sus propias declaraciones refutan su postura exitista. En el acto de la semana pasada en Parque Roca, y aludiendo a su futura postura el 12 de julio en el Congreso normalizador, dejó entrever cierto rasgo de debilidad al manifestar: “He decidido hacer un esfuerzo y sacrificio de 4 años más para defender los intereses de todos los trabajadores como defendemos los intereses de los camioneros
Para los ciudadanos de a pie, en este caso los afiliados a los gremios, la victimización de sus dirigentes genera rechazo, bajo nivel de identificación y ninguna solidaridad. Además de ser un mensaje asociado a la resignación y el letargo.
Este mensaje es absolutamente la contraria de lo que un secretario general en posición de renovar su posición debe primero sentir y a posteriori proponer a saber: voluntad, deseo, y la mirada en “nuevas perspectivas”.
Con qué fin? En la actual coyuntura, para por lo menos afrontar el desafío de hacerse cargo de las “nuevas perspectivas”. Aquellas que se le presentarán a la clase trabajadora argentina en el marco del apoyo y el estímulo que el gobierno pretende otorgarle a la industria nacional.
¿Estará el secretario de la CGT considerando estos aspectos del futuro?


Fuente: Tiempo Argentino