Los palillos del tambor

Es indudable que esta semana el hecho excluyente, por donde se lo mire, ha sido la aprobación, por ley, de la nacionalización de YPF.
El contundente, e inédito, apoyo recibido, en ambas Cámaras, se corresponde con las distintas manifestaciones de respaldo, que se multiplicaron en todo el país, desde que nuestra Presidente tomó la decisión política de recuperar la empresa, para avanzar en el camino hacia la soberanía energética.
Porque, junto a los razonamientos económicos o financieros, a los análisis técnicos o de gestión, se reavivó el factor emocional compartido, ante el capital simbólico indudable que tiene YPF para todos los argentinos.
Y se ha generado tanta sintonía que ésto anima a establecer acuerdos más amplios, a construir consensos en base a un Estado que se hace cargo, que está a la altura de la época que vivimos.
Entonces la profundización del proyecto de país en desarrollo, e inclusivo, crece con cada acción de Cristina, que marca con claridad la dirección en que avanzamos y ejerce, en plenitud, la conducción.
Mientras tanto, por aquí, lo destacado fue la información sobre diversos robos, pero no como hechos policiales acostumbrados, que pueden remitirse a fallas en la política de seguridad, sino que en esta oportunidad se cometieron en perjuicio del patrimonio municipal.
Conociendo la desconfianza y el rechazo que tales situaciones provocan en la población, era dable esperar alguna acción ejemplificadora hacia los funcionarios políticos involucrados. En su lugar, la administración municipal, sin asumir la propia responsabilidad, inició un sumario al personal y realizó la denuncia policial.
Y es muy llamativa la escasa importancia que le atribuye este Intendente al hecho, cuando él, al recibir el gobierno, acusaba y se escandalizaba por el faltante de los palillos de un tambor.
Todo esto sería preocupante, pero anecdótico, si solamente constituyera una faceta desagradable dentro de una agenda municipal que contuviera las demandas de la comunidad, que reparara injusticias, que buscara la equidad, que favoreciera la inclusión y respetara la diversidad.
Una agenda donde se hicieran realidad las distintas ideas y proyectos de desarrollo y crecimiento, donde se articularan las acciones comunitarias, donde fuéramos reencontrando nuestra identidad como distrito.
Esa agenda no existe. . .pero comenzamos a crearla, y el ruido de la construcción es mucho mayor que el de los palillos del tambor.