-
"Aporte informativo orientado a una mejor comprensión de la realidad política, hacia la profundización de nuestro proyecto nacional y popular".
Como será la economía en 2013
Una cosecha que arrojará valores récord, una industria automotriz parcialmente recuperada por el empuje de Brasil y, sobre todo, el impulso al consumo doméstico en un año electoral devolverán bríos a la economía en 2013. En eso convienen el Gobierno y la mayoría de los analistas privados, que estiman un crecimiento en la actividad de entre el tres y el cinco por ciento.
Los pronósticos más conservadores y los más optimistas coinciden en que el año entrante la actividad económica volverá a acelerarse luego de un 2012 que termina mejor de lo que empezó, pero carreteando por la crisis internacional y algunas decisiones de política doméstica que impactaron en la industria y el consumo, como las trabas a las importaciones y las restricciones a la compra de dólares.
Sin embargo, tanto el Poder Ejecutivo, que a mediados de setiembre envió al Parlamento el proyecto de Presupuesto para 2013, como los consultores privados descartan el regreso de las “tasas chinas”. Estos últimos, además, ponen el foco en el efecto de la inflación y alertan que puede subir un par de puntos más el año entrante si la actividad se recalienta.
Lo que piensa el Gobierno
Según las proyecciones oficiales, la economía crecerá un 4,4% el año entrante. Ése es el número que figura en el Presupuesto. Si bien el Gobierno suele subestimar la expansión de la economía en la ley rectora de la administración pública, los analistas privados manejan números similares. Los consultores esperan que 2012 termine con un crecimiento de entre el cero y el 2,5%. Si bien el Ejecutivo fijó una estimación del 3,4% en el proyecto enviado al Congreso, existe consenso en que la expansión será menor.
A diferencia de lo ocurrido en la campaña anterior, el clima ayudará a la Argentina en la cosecha 2012/2013. Las previsiones del Ministerio de Agricultura y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, sus siglas en inglés) coinciden en pronosticar producciones récord de soja y maíz. La soja, el cultivo estrella de la última década, aumentará desde los 49 millones de toneladas actuales a entre 55 y 56 millones de toneladas, y superará el récord de 2011 (52,7 millones de toneladas).
Según el Estudio Bein, la cosecha total argentina ascenderá el año entrante a los 113 millones de toneladas y superará en un 25% a la actual. “Eso implicará una inyección de 10.000 millones de dólares adicionales”, estimó la directora de esa firma, Marina Dal Poggetto. El Gobierno, al igual que la consultora, espera que el precio promedio de la soja ronde los 532 dólares por tonelada, dijo el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, al defender el proyecto de Presupuesto en la Cámara de Diputados.
La oleaginosa alcanzó en agosto valores que rondaron los 650 dólares y luego se desinflaron cerca de un diez por ciento, pero según el viceministro, tendrá un valor promedio para todo 2012 que rondará los 508 dólares. Los factores climáticos locales y en otras partes del mundo sostendrían los precios. Según un informe de la sociedad de Bolsa Puente Hermanos, los valores de los granos que produce la Argentina se mantendrán altos por la reducción de la cosecha de maíz y soja en los Estados Unidos y por la menor oferta de trigo en los países de la ex Unión Soviética. “Aunque todavía hay tiempo para que se recupere la soja, no se pronostican sustanciales precipitaciones (…) Ante esta situación, irreversible del lado de la oferta, las perspectivas de estos commodities estarán determinadas por el comportamiento de la demanda”, indicó.
“La recuperación de la economía tiene que ver, primero, con una recuperación de la cosecha y con buenos precios de la soja, que dejaría entre 6.000 y 9.000 millones de dólares más en 2013”, afirmó el director de la consultora Analytica Ricardo Delgado. Según sus cálculos, “la soja, entre el efecto directo y el indirecto, aportará aproximadamente el 1,5 por ciento del Producto el año que viene”.
Los efectos colaterales
Las mejores perspectivas para el agro, además de engrosar las arcas del fisco vía retenciones, incidirán en la balanza comercial y serán determinantes para una flexibilización en las trabas al ingreso de importaciones que ejecutó el Gobierno para evitar una mayor salida de divisas este año. De acuerdo con las proyecciones oficiales, el superávit comercial alcanzará los 13.325 millones de dólares el año entrante, luego de finalizar 2012 con un saldo positivo de 12.346 millones de dólares. Las ventas al exterior crecerían un 12,8 por ciento y las compras, un 13,5 por ciento.
La importación de combustibles volverá a ser determinante. Este año, la balanza energética terminará con un déficit de unos 9.000 millones de dólares, que se profundizará el año entrante. En el Presupuesto, el Gobierno proyectó reducir subsidios a las empresas de energía y de transporte por 3.800 millones de pesos y autorizó al Tesoro a destinar 2.000 millones de dólares a la compra de energía a Venezuela. ¿Avanzará el Ejecutivo con una quita de subsidios a la energía de los hogares en un año electoral? Por lo pronto, Kicillof indicó en el Congreso que no habrá suba de tarifas. Las empresas del sector siguen esperando una actualización tarifaria que no llega y que llevó a Edesur y a Metrogas a incumplir parte de sus compromisos con acreedores.
“Para 2013, el agro, (la industria) automotriz y la minería impulsarían las exportaciones, mientras los combustibles y las autopartes traccionarían por el lado de las importaciones”, aseveró la consultora abeceb.com, que dirige el ex secretario de Industria Dante Sica. Según sus proyecciones, los envíos de automóviles crecerán el 23,4 %; el complejo oleaginoso exportará un 32,2% más; y la actividad minera, un 19,1%.
El ingreso de insumos ayudará a levantar la actividad industrial tras la caída que registra este año. Según el Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec, la actividad manufacturera bajó un 1,2% entre enero y agosto. “Con suerte, terminaremos en cero”, admitieron desde la Unión Industrial Argentina (UIA) a Debate. “Creo que, conceptualmente, el Gobierno tomó nota del costo innecesario que le hizo pagar a buena parte de la industria a principios de año por las trabas violentas a las importaciones”, afirmó Delgado.
Para Fausto Spotorno, director de la consultora Orlando Ferreres, “la industria puede empezar a mejorar un poco por dos razones. Una, que Brasil empuje un poco más que este año, aunque no está claro que vaya a crecer mucho más. Y el otro punto positivo es que con la mayor producción agrícola van a ingresar más dólares y las importaciones se liberarán un poco. Hoy, está frenada en parte por el mundo y en parte por las trabas a las importaciones”, que aplacó la adquisición de insumos y, sobre todo, de bienes de capital.
Las estimaciones preliminares de la UIA dan cuenta de una proyección de crecimiento en la actividad manufacturera de entre el tres y el cuatro por ciento, en línea con la expansión esperada para toda la economía. Para que eso ocurra, será determinante la industria automotriz, que lidera la expansión fabril de la última década. Según abeceb.com, en 2013 las terminales tendrán una recuperación del 13,3% interanual y producirán unos 845.000 automóviles, una cifra que superaría en un dos por ciento el récord de 2011. Este año finalizará con una caída del diez por ciento, hasta las 745.000 unidades.
Brasil es clave para las terminales y, según las proyecciones de mercado, crecerá un 2,5% el año que viene, luego de recuperar algo de dinamismo en la segunda mitad de 2012 y terminar con una expansión del 1,6%. Pero Abeceb.com alertó sobre la “pérdida de competitividad” del sector automotor. “Desde 2008, la cantidad de destinos de exportación de vehículos se redujo de 81 a 36 en 2012”, indicó.
También jugará un rol preponderante el mercado interno. La Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara) espera que este año termine con una cantidad de ventas similar a la de 2011, cuando se alcanzó el máximo histórico de 858.000 unidades. La prohibición de comprar dólares para atesoramiento le devolvieron algo de dinamismo al mercado, luego de un pobre comienzo. De cara a 2013, la aspiración del sector apunta a incrementar sus ventas en un cinco por ciento, lejos de las tasas de dos dígitos que supo conseguir hasta 2011.
El eje local
El consumo es el motor principal de la economía doméstica y se espera que lo sea aún más en un año electoral. El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, señaló en el Congreso, al presentar el Presupuesto, que crecerá un 3,8% en 2012 y otro módico 4,2% el año entrante. Los consultores especializados en consumo, como Nielsen, observan un incremento en las ventas de unidades en los supermercados del uno por ciento para este año y de otro tanto para 2013. Guillermo Olivetto, de W, proyecta para el año entrante una suba del 3,5%, en línea con una expansión de la economía de entre 3,5 y 5%. La firma Finsoport estimó que este año terminará con un avance del 2,7% y evaluó una expansión del cuatro por ciento para los próximos doce meses.
A las medidas tendientes a inyectar dinero en los bolsillos (como la permanencia de los subsidios en los servicios públicos, los aumentos en asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo), el Ejecutivo sumará la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, tras no actualizar esos topes este período. Y el Banco Central continuará con la expansión de la oferta monetaria. “Creo que hay una política muy explícita del Gobierno de estimular la demanda y ése es el principal motivo (de la expansión de la actividad prevista para el año entrante). Hay una política económica puesta al servicio de las elecciones 2013”, afirmó Delgado.
La contracara de una aceleración en el consumo es la inflación, advirtió Spotorno. “Para mí, la presión es más al alza que a la baja; hoy hay un 25% de inflación, con un crecimiento en cero y no es lo mismo que esa suba con una expansión del ocho o nueve por ciento. Una aceleración de la actividad podría llevar la inflación a más del treinta por ciento”, agregó. Otras proyecciones de precios dan cuenta de un avance similar al de este año y los pasados, de entre 23 y 25%. El Gobierno se ajustó a las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y estimó un Índice de Precios al Consumidor del 10,8%, pero un incremento en la recaudación, que suele seguir a la inflación o superarla algunos puntos, del 24%.
Todo esto estará lubricado por un sistema financiero en el que continuarán las tasas de expansión de dos dígitos, de la mano de los créditos personales. En el primer trimestre de 2012 (último dato disponible), la actividad creció el 27,2% interanual, según el Indec, y es, por lejos, la de mejor perfomance de los últimos años. El cepo al dólar, además, incrementó los plazos fijos del sector privado un 37,5% interanual, según datos del Banco Central.
Parte de esa liquidez está haciendo que las empresas busquen llevar adelante emprendimientos productivos. A mediados de año, el BCRA dispuso que los bancos deben prestar el cinco por ciento de sus carteras a PyMEs a tasas del 15% antes de que termine 2012, en una política que continuará en los próximos años y que hasta podría profundizarse. La meta del Ejecutivo es promover la inversión privada, que está en baja. Para la consultora Economía & Regiones, los desembolsos bajarían el diez por ciento este año. La inversión pública compensa en parte esa caída. El año, para el Ejecutivo, terminará con una suba en la inversión total del 1,3%.
La inversión en obras públicas recuperará impulso en el año electoral y, también, deberán comenzar a verse los efectos del Plan Procrear, que lanzó la administración de Cristina Fernández a mitad de año para impulsar la construcción de viviendas. Sin embargo, todavía no se notó el efecto del ambicioso proyecto de levantar cien mil viviendas por año. La construcción cayó el 8,1% interanual en agosto y acumula una contracción del 1,8%, según el Indec, y las empresas del sector admiten que la actividad “todavía no se mueve”.
No obstante, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Carlos Wagner, mantiene el crédito abierto y aventuró que el plan Procrear puede significar una expansión de entre dos y tres puntos porcentuales en el PBI, por efecto directo e indirecto. Pedro Brandi, presidente del grupo Construya, pronosticó que “la construcción estará en condiciones de continuar expandiéndose a un ritmo levemente superior al del crecimiento del PBI, con lo cual podría llegar a acumular un crecimiento adicional del cincuenta por ciento en el próximo decenio”.
Fuente:Debate
redUPA
Aporte informativo orientado a una mejor comprensión de la realidad política, hacia la profundización de nuestro proyecto nacional y popular.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario