Si quedaba alguna duda de que Cristina ocupa con exclusividad el centro de la escena política, los sucesos de los últimos días terminan de despejarla.
Prácticamente, salvo las noticias policiales más descarnadas, todo lo que ocurría en el país tenía sede en Estados Unidos. Claro que no para resaltar la excelente pieza oratoria de nuestra Presidenta, poniendo en su lugar al FMI y reclamando, en forma enérgica, diálogo por la descolonización de Malvinas.
Muy por el contrario, mientras muchos de los mandatarios presentes reprimían en sus países gruesas manifestaciones contra el desempleo y el ajuste, en nuestros medios concentrados, aparecían como heroicos treinta “cacerolos” pidiendo comprar dólares y la realización de conferencias de prensa.
Y también, en lugar destacado, las “lúcidas” preguntas de los estudiantes de Harvard, con cuestionarios previamente guionados, defendiendo la única realidad que conciben, la de los privilegios.
Ahora, por un rato, el maltrato a Cristina será a distancia porque la escala en Lima, con tanto “negro” latinoamericano y no alineado, es demasiado para el paladar de nuestros republicanos.
Veremos, tal vez, más capítulos de las reconciliaciones Macri-De Narváez, Binner-Solanas y del romance Moyano-De la Sota.
O ensayos de “insurrección popular” a través de la CTA de Micheli. Siempre con un ojo puesto en lo que suceda, el domingo, en las elecciones en Venezuela, donde se desplegaron estrategias similares a las que estamos asistiendo en el país y ya antes practicadas en Bolivia, Ecuador y Paraguay.
Porque nada de esto es espontáneo o inesperado. A estos sectores de poder, no pudiendo golpear las puertas de los cuarteles, ni armar candidatos aptos para disputar elecciones, todo lo que sea desestabilizador les sirve y si hace ruido mejor.
En nuestra plaza céntrica también se agruparon el viernes, eran 33 manifestantes, 9 cacerolas y 5 carteles con distintas consignas contra el gobierno nacional. La policía ni se molestó en cuidarlos de la ausencia de la “patota” kirchnerista y el Intendente, como no trabaja en ese horario, no los recibió. Luego de saludar a algunos autos que pasaban, durante quince minutos, se desconcentraron porque había refrescado y era hora de cenar.
Simultáneamente nuestros concejales del PJ-FPV presentaban el proyecto de Ordenanza para regular el funcionamiento de las ferias comerciales, herramienta para promocionar la economía social, buscando generar trabajo e inclusión; la agrupación La 25 de Mayo generaba un espacio para la reflexión y concientización sobre la violencia de género, con expositores de valía y enfoque diverso, y con muy nutrida concurrencia; y el Partido Justicialista continuaba con las obras a inaugurar el Día de la Lealtad, por un peronismo unido. Sin ruidos. . . apenas sonidos de trabajo.
-
"Aporte informativo orientado a una mejor comprensión de la realidad política, hacia la profundización de nuestro proyecto nacional y popular".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario